Transitar del Campo y las Distancias Actuales

Rodrigo Gómez de la Torre

Con el paso del tiempo y los procesos generados, principalmente con la primera revolución industrial, la distancia entre el campo y la ciudad se ha venido acentuando cada vez más.

Hace un par de siglos atrás, la gran mayoria de actividades tenían una relación directa con la ruralidad y la convivencia armónica con los animales, tanto domesticados como no domesticados.  Esta realidad, cada vez mas distante en tiempos actuales, mas bien ha derivado en una suerte de humanización de nuestras mascotas, mas que en un entender sobre sus características y necesidades propias.

De igual manera con la agricultura, cada vez se entiende y conoce menos sobre los procesos productivos, de donde vienen los alimentos y sus distintas formas de produccion, que, por cierto, todas son validas y hoy en día se van ajustando a las exigencias y modas del consumidor actual.

Es muy posible que la actividad del ciudadano actual mas cercana tiene con la ruralidad es el turismo, donde se puede apreciar la verdadera belleza de paisajes multicolores; cerros, montes y valles, cada uno con sus características propias y sus peculiaridades, animales, que de acuerdo al medio en el que se han desarrollado, han ido acomodando su fisonomía y comportamiento.  Todo un mundo distinto, variable y relacionado con factores geográficos, climáticos, pero sobre todo impredecibles sobre los cuales, por más conocimiento académico que exista, no dejan de sorprender, asustar, pero principalmente enseñarnos sobre la grandeza muy particular que solo la naturaleza, parte de la cual somos, existe y coexiste con nosotros, los humanos.

Veo las fotos, rescato recuerdos y vivencias que cada vez se alejan mas del ciudadano citadino.  La paz del campo y la calma, que contrasta con la falta de servicios, pero principalmente con formas de concebir el mundo de formas tan distintas y cada vez más alejadas.

Tenemos la dicha de vivir en un país, de los mas megadiversos en climas, en geografía y productos que muchas veces abren tantas oportunidades, que en ocasiones no sabemos por cual elegir.

Volver la mirada al campo, buscar conocer sus características sociales, productivas, económicas e incluso, de ordenamiento politico es necesario para que, a través del rescate de nuestras raíces mestizas, podamos ver el Ecuador del futuro, diverso, productivo, pero sobre todo de respeto entre todos.

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