Los diferentes bienestares animales

El bienestar animal es un concepto amplio y multifacético que ha ganado relevancia en las últimas décadas, debido al creciente interés por las condiciones de vida de los animales en distintas circunstancias. Sin embargo, es esencial reconocer que no todos los animales requieren el mismo enfoque de bienestar, y que para aplicar con eficacia este concepto es crucial considerar una clasificación adecuada de los animales en función de su rol y las implicaciones éticas y prácticas que ello conlleva.

Una clasificación básica, sustentada en la interrelación que mantienen con el ser humano, divide a los animales en tres grandes grupos: animales de compañía, animales de trabajo y animales de producción. Cada grupo enfrenta diferentes desafíos en términos de bienestar, debido a las distintas circunstancias en que viven y las interacciones que tienen con los humanos.

Los animales de compañía coexisten con los seres humanos en sus hogares y el bienestar de estos está estrechamente relacionado con su salud física y emocional, lo que implica proporcionarles una alimentación adecuada, ejercicio regular, atención veterinaria y un entorno en el que puedan desarrollar relaciones afectivas y comportarse de manera natural. Según Donald Broom, experto en bienestar animal, los animales de compañía requieren una atención emocional significativa para evitar problemas como el estrés o la ansiedad, y deben ser tratados con respeto a sus necesidades psicosociales.

Los animales de trabajo, en cambio, son aquellos utilizados en diversas actividades como el pastoreo, el transporte o la asistencia a personas con discapacidades. Aunque la función de estos animales es diferente, su bienestar también debe ser garantizado, respetando sus capacidades físicas y mentales. Los animales de trabajo, como caballos, burros, y perros guías, pueden ser sometidos a esfuerzos intensos, por lo que es esencial que los humanos proporcionen descansos adecuados, condiciones de vida apropiadas y una dieta que les permita mantener un alto rendimiento sin comprometer su salud. La clave aquí es encontrar un equilibrio entre la función que realizan y su bienestar general.

Finalmente, los animales de producción son criados con fines alimenticios o para la obtención de productos como lana, cuero o leche. Estos animales, que incluyen vacas, cerdos, aves de corral y otros, enfrentan una realidad distinta. Las condiciones en las que viven, las prácticas de manejo y la duración de sus vidas son puntos cruciales para asegurar su bienestar. Autores como Temple Grandin han destacado la importancia de reducir el sufrimiento de los animales de producción mediante mejoras en el manejo, la infraestructura y la atención durante todo su ciclo de vida. Grandin subraya que el diseño de las instalaciones debe minimizar el estrés de los animales, y que el sacrificio debe realizarse de la manera más humana posible.

Pese a esta evidente diferenciación, una de las principales críticas al enfoque convencional del bienestar animal es la tendencia a homogeneizar las necesidades de los animales sin tener en cuenta sus características y esta visión, llevada a escenarios aún más complejos como la construcción de legislación o la aplicación de prácticas, usos y hábitos que chocan con la tradición cultural de las sociedades, puede acarrear graves conflictos.

Por ello es importante plantear desde el principio un abordaje adecuado del concepto de bienestar animal, considerando las distintas necesidades y contextos de los animales según su clasificación. No se puede aplicar el mismo estándar de bienestar a los animales de compañía que a los animales de producción, ya que sus funciones, interacciones y formas de vida son sustancialmente diferentes. Si bien la mejora de las condiciones de vida de todos los animales es una prioridad ética, cada grupo de animales requiere un enfoque específico que tenga en cuenta sus particularidades. Esto implica un equilibrio entre la función que desempeñan, las expectativas sociales y la minimización del sufrimiento, lo que, según muchos expertos en el campo, es fundamental para alcanzar un bienestar animal más justo y respetuoso.

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