El ‘conveniente’ Bienestar Animal monotemático
¿Qué es el Bienestar Animal Monotemático?
El concepto de bienestar animal ha evolucionado en las últimas décadas, alcanzando relevancia en las agendas públicas y privadas. Sin embargo, su enfoque exclusivo en los animales de compañía, como perros y gatos, ignora la diversidad y complejidad de las especies animales y las relaciones humanas con ellas. Este sesgo, promovido por ciertos sectores radicales, amenaza no solo actividades económicas legítimas, como la producción ganadera y el uso de animales de trabajo, sino también la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios y las tradiciones culturales de numerosas sociedades.
Especialistas veterinarios y zootecnistas sostienen que cada especie animal tiene necesidades específicas en función de su biología, fisiología y relación con los humanos, por lo que aplicar estándares diseñados para animales de compañía a los animales de producción o trabajo no solo es inviable, sino que puede resultar en un perjuicio mayor para su bienestar. Por ejemplo, imponer criterios de manejo que ignoren la naturaleza gregaria de los bovinos o las necesidades de ejercicio de los caballos de trabajo puede generar estrés y enfermedades, contraviniendo el objetivo fundamental del bienestar animal.
El Bienestar Animal y su Apropiación Política
El problema radica en que el enfoque limitado a los animales de compañía suele ser impulsado por grupos con una agenda política que prioriza el impacto mediático sobre el rigor científico. Según el economista rural Pablo Estrada, “estas narrativas simplistas favorecen una visión urbana y desconectada de las realidades rurales, criminalizando prácticas necesarias para la alimentación y la economía global”. Este discurso ha llevado, en algunos casos, a prohibiciones o restricciones desproporcionadas en el uso de animales de producción, con consecuencias directas en la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de familias.
Lo más grave es la apropiación, desde esa visión política, del concepto de bienestar animal que nació, justamente, para dignificar la existencia de los animales de producción y no de los animales de compañía. Por ello es que creó la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que establece que el bienestar animal debe centrarse en aspectos como la calidad de la alimentación, la ausencia de enfermedades y el manejo adecuado de los animales, más allá de la interacción emocional que sí es clave en los animales de compañía. Como señala la experta Temple Grandin, «las necesidades de bienestar animal varían según la especie y el contexto, y las medidas deben adaptarse en consecuencia».
Adicionalmente, esta visión unívoca ignora el papel crucial de los animales de trabajo en contextos rurales de economías emergentes. Caballos y bueyes son esenciales para tareas agrícolas, de transporte y sustento familiar. Desconocer sus necesidades específicas bajo un modelo generalista diseñado para animales de compañía compromete tanto su bienestar como el de las comunidades que dependen de ellos.
Hacia un Bienestar Animal Inclusivo y Basado en Evidencia
Por esta razón es crucial adoptar un enfoque inclusivo y basado en evidencia científica que considere la diversidad de especies y contextos. En ese sentido, es clave entender al bienestar animal como un concepto multidimensional y adaptable, y no como una herramienta política para imponer ideologías.
Conclusión: Promoviendo el Bienestar Animal Monotemático
La promoción de un concepto integral y específico del bienestar animal es esencial para garantizar su verdadera aplicación y proteger tanto a los animales como a las personas que dependen de ellos. Seguir ignorando esta realidad solo perpetuará el conflicto y la desconexión entre el campo y la ciudad, los productores y los consumidores, y los animales y sus distintas realidades.